¿Sabes montar en bicicleta?

Para saber ir en bici primero tuvimos que estar dispuestos a querer aprender, a hacer un cambio.

¿Recuerdas aquel momento? ¿Te acompañó alguien en aquel proceso? ¿Cómo te sentiste? ¿Resultó más fácil con el apoyo de esa mano en la que confiabas que te sostenía sin dejarte caer? ¿Recuerdas cuando esa mano te soltó y seguiste pedaleando tú solo?

Aprendiste  gracias a tus capacidades y ahora, igual que entonces, podrás recurrir a ellas para hacer cambios cada vez que lo desees.

¿Te echo una mano para que consigas tu nuevo objetivo?